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Trimbach Cuvée Frédéric Emile 2012: Mi blanco para celebrar fin de año.

Tesoros de CAVA 1888 - Por: Juan Carlos Canavaggio - Presidente de CAVA 1888.
 
 
¨Brillante, medio dorado con aromas de dulce nectarina, albaricoque, piña y melocotón confitado. Con cuerpo, intensidad, profundidad y un hermoso sabor mineral. Rica y madura acidez en boca. Extraordinario equilibrio entre fruta y acidez con excelente longitud.¨
 
 
  

El 2021 ha sido un año de vinos blancos para CAVA 1888. Un año donde los blancos pasaron a ser grandes protagonistas de nuestro portafolio. Incursionamos en cepas blancas distintas, pero clásicas,  e incorporamos a nuestra comunidad, productores de reconocimiento mundial.  Muchas veces tendemos a olvidarnos que los vinos blancos son tan o aún más interesantes que los tintos. Su frescura, aroma, ácidez, mineralidad son dignos de admirar cuando los ejemplares son buenos. Y el ejemplar de hoy habla por sí solo. El Trimbach Cuvée Frédéric Emile 2012, cumple el próximo año 2022, 10 años desde su cosecha, pero su juventud y energía son muestra de que está listo para tomárselo ahora o disfrutarlo durante los próximos 10 años.

 En 1626 Jean Trimbach funda Maison Trimbach en Rebeuville, hoy día provincia de Alsacia, ubicada al noreste de Francia. En esos días Jean hacia vino para el pueblo y su consumo no salía de la provincia. Su producción era relativamente pequeña y por doscientos setenta años, se mantuvo así.  Hasta que en 1897 Frédéric Emile Trimbach decide ampliar horizontes. El mundo se estaba globalizando y decide participar en una feria internacional para dar a conocer su vino. El resultado fue exitoso y ahí comienza la marca Trimbach a cruzar fronteras.

La región de Alsace limita con Alemania y Suiza y ha intercambiado manos entre los franceses y alemanes en los últimos siglos. La realidad es que es una Francia distinta, su capital Estrasburgo tiene un aspecto de un pueblito alemán muy pintoresco, y su gastronomía también es más germana que francesa. De ahí que los vinos blancos de las cepas Riesling, Gewürztraminer y Pinot Gris, predominan en las viñas que crecen en sus alrededores.

La cepa Riesling no es muy conocida en nuestro país. Hay muy poca oferta, y la que existe no es igual al vino que producen en Alemania o Alsacia. Esta es una cepa con una historia que data desde el siglo XV en la región del Rio Rin, al oeste de Alemania. También tiene como característica dar un vino seco, floral y frutal en nariz, con un alto nivel de acidez. Tiene un potencial de guarda de muchos años, especialmente los que provienen de buenos viñedos. Los Riesling de Trimbach están ubicados sobre una cama de tierra caliza y calcárea, con fósiles de conchas marinas, que datan de más de 50 millones de años. Este tipo de tierra le da al vino una característica mineral y una frescura muy particular.  

El Cuvée Frédéric Emile lleva dicho nombre en honor a ese gran hombre que tuvo el coraje y la visión de llevar su Riesling a un nivel internacional. Hoy día el vino es admirado dentro de la comunidad de productores y es considerado una referencia dentro del mundo de los vinos de Alsace. Su Cuvée, o mezcla, proviene de dos viñedos Gran Cru, el Gesibergy y el Osterberg, y se cosechan durante su máximo nivel de madurez. Es uno de los pocos vinos en Francia que no menciona la designación Gran Cru en la etiqueta, porque el mundo vitivinícola ya lo reconoce como tal.

Cuando pensamos en vinos blancos normalmente no pensamos en añejarlos. Pero el Cuvée Frédéric Emile es uno de aquellos maravillosos vinos blancos que se pueden añejar por unos 10 o 20 años. Y es que este vino tiende a mejorar con algunos años de guarda. Siempre sale al mercado entre unos 6 a 9 años después de embotellado, cuando el productor considera que el vino está listo para tomarse, pudiendo expresar mucha más complejidad que si se sacara al mercado más joven. La añada más nueva es la 2012, ¡aunque no lo crean!.  

El próximo año 2022, presentará muchos retos y oportunidades para todos. Probablemente muchos de los mismos retos que vivió Frédéric Emile en 1897 cuando su entorno lo llevó a pensar de forma diferente y a salir de sus costumbres diarias. Sin duda el Cuvée Frédéric Emile 2012 representa un vino de carácter, auténtico y maravilloso con el que brindo con ustedes, para celebrar el coraje, y la valentía, para romper barreras y cruzar fronteras. El coraje de emprender,  de levantarse cuando nos caemos y seguir adelante. Seguro que muchos de nosotros queremos que se nos contagie un poco de esa inspiración para salir adelante el próximo año. ¡Salud para todos y Feliz Año 2022!

 ¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.

 

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