Caballo Loco N° 19: ¡De la locura al éxito!
Caballo Loco es un nombre poco común para un vino. Menos cuando es el apodo del personaje que lo inventó. El amigo Jorge Coderch, socio de Valdivieso, se imaginó un vino hecho al estilo solera, de una mezcla de cepas, sin añada, que revolucionaría al mundo un poco como lo ha hecho él. Y así fue.
Hace más de 20 años atrás, en el año 1994 nace Caballo Loco No.1. Resultado de la iniciativa de Jorge y la pasión del equipo de Valdivieso en salirse fuera de la norma, para desarrollar algo nuevo y diferente. ¡Me suena familiar!
Caballo Loco fue uno de los primeros vinos Súper Premium que importé, hace casi 20 años atrás. En esa época, que estaba haciendo mis pininos, Valdivieso tenía un Export Manager muy entusiasta, que me comentaba sobre este nuevo proyecto llamado Caballo Loco. A mí me sorprendía el hecho de importar un vino que no tuviera añada y mucho menos la descripción de las cepas que constituían la mezcla. Era como un misterio, es más, ni ellos mismos sabían la fórmula. ¡Era como la Coca Cola!. Y eso me parecía cool, algo diferente, nuevo y el vino estaba muy sabroso. ¡Por más innovador que sean los vinos, tienen que ser sabrosos!, si no, no nos inspiran. Estábamos en la edición No. 3, y el vino fue todo un éxito. Es una lástima que no guardo ninguna botella de esas.
Recuerdo que apenas recibí el vino en bodega, le informé al Embajador de Chile de la llegada de Caballo Loco. Yo formaba parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio Panameño-Chilena y noté que la comunidad Chilena en Panamá estaba muy entusiasmada con esta novedad. Caballo Loco había sido lanzado exitosamente en Chile y el costo era prohibitivo allá. Muchos terminaron comprando el vino aquí para llevárselo de vuelta a casa, inventando como empacar la mayor cantidad de botellas en la maleta.
Al pasar los años, Valdivieso decide revelar las bases de la edición numerada, sin revelar la fórmula final de la misma. De ahí nace la serie Caballo Loco Gran Cru, que consiste en cuatro vinos que llevan cada uno, una mezcla individual de cepas con añadas que forman parte de la edición numerada. Y es que el proceso de hacer un vino con la técnica solera consiste en llenar una barrica madre y que, de esa, salga un porcentaje de la mezcla original a otras barricas, manteniendo siempre un poco del vino original en la barrica madre. Es decir, que el Caballo Loco 19 lleva un poquito de cada uno de los Caballos Loco anteriores, desde la edición No. 1, lo que lo hace cada vez más complejo e interesante.
Consecuentemente Caballo Loco es uno de los vinos tintos más originales que existen, lleno de personalidad e historia. Hoy brindo por la innovación, el coraje, la perseverancia y el trabajo de cada uno de esos emprendedores que se atreven a convertir sus sueños en realidades.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.